9 días para viajar a Medellín. Ultimas sesiones de gimnasio. Los entrenamientos se van haciendo más cortos y su contenido dividido entre trabajo de calidad y técnico. El conteo regresivo para los nados inició, ahora es sólo terminar de fortalecer el aspecto visualización de carrera.
El nivel de cansancio empieza a mermar, en parte por la reducción de volumen durante los entrenamientos, pero también porque estoy durmiendo mejor. Muchos nadadores ignoran los efectos regenerativos que tiene el descansar bien.
Aumenté la hidratación para recuperar el nivel de energía que estoy acostumbrado a tener. En lo que respecta a la alimentación, mucha carne blanca, vegetales de vivos colores, carbohidratos complejos y superfoods como la chía, la remolacha, acaí berry.....
En el agua, me siento con una excelente flotabilidad. Los intervalos se hacen más fáciles de mantener. Todo el año hemos dedicado mucho esfuerzo al trabajo hipóxico para expandir un poco el tejido pulmonar, tratando de mejorar la capacidad pulmonar. Afortumadamente esa adaptación se ha dado muy bien, haciéndose evidente en los sets a intensidad R2 y mVO2.
El pensar en los eventos que vamos a nadar en Medellín empieza a generar más adrenalina (a niveles manejables). Al utilizar a nuestro estos niveles aumentados de adrenalina, permitimos a nuestro organismo a acostumbrarse a ellos, evitando así que nos jueguen una mala jugada durante el evento.
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