martes, 29 de abril de 2014

Análisis de mi carrera de 100 back en el Invitacional Marlins de Arroyo Hondo

Durante el período de calentamiento presentí que algo especial iba a suceder, ya que me sentía liviano en el agua y con mucha fuerza.

Una vez llamaron mi serie para nadar, sentí una inyección de adrenalina que no sentía desde mis años como atleta universitario en los EEUU. Al entrar al agua para la salida, coloqué los dedos de mis pies por encima de la superficie del agua para poder hacer un buen arco antes de entrar al agua.

Cuando dieron la salida, sentí que entré limpio al agua. Logré completar 11 patadas de delfín antes de salir a nadar. Esto me llevó justo hasta los 15 metros reglamentarios. Una vez en nado, el feeling del agua fue extraordinario. Tanto así que me sentía nadando muy alto en el agua. Sintiendo esto no me desesperé y mantuve una velocidad controlada durante todo el primer 50. Al llegar a la marca de los 15 metros, empecé a prepararme para la vuelta. Cuando ví las banderillas, traté dedar dos brazadas poderosas antes de dar la vuelta, pero me quedé un poco largo, tocando la pared no de manera contundente.

Una vez sumergido, logré dar 6 patadas de delfín antes de subir a la superficie. Pude haber hecho más mis piés hubieran caído perfectos en la pared, pero al no hacerlo no quise sacrificar energía por más impulso.

Al salir a la superficie y empezar a nadar, rápidamente cruce la marca de los 15 metros y me concentré en no romper la técnica y en mantener la cadera alta. El tramo de 20 metros de en medio del 2do 50 pareció eterno. El ácido láctico ya estaba empezando a invadirme, por lo que tuve que emplearme a fondo cuando crece la marca de los últimos 15 metros.

Ya en pleno cierre de carrera, traté de aumentar al alcance de cada brazada, aumentando la frecuencia del pateo y esforzándome para que la cadera no se hundiera. Cuando pasé por debajo de las banderillas, aguanté la respiración, dí tres brazadas lo más fuerte que pude y me lancé hacia la pared. Al levantar la vista y ver el tiempo de 1:05.30, sonreí, dándome cuenta que era exactamente el tiempo que había visualizado y el que había hecho dos semanas antes en un control a 90% de intensidad que hicimos en La Academia de Natación Stono.

El resultado fue justo el esperado, lo que nos da mucha confianza para seguir trabajando fuerte en los entrenamiento, para bajar ese tiempo aún más en la próxima competencia - los Campeonatos Nacionales Máster de Puerto Rico.

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